Los pasados 11 y 12 de julio las líderes de las comunidades ayoreas y las organizaciones: Unión de Nativos Ayoreo del Paraguay (UNAP), Asociación Garaigosode Ayoreo del Paraguay (AGAP) y Asociación Guidaigosode y Ducodegosode Ayoreo del Paraguay (AGDAP), con representación de los departamentos de Alto Paraguay y Boquerón extendieron el siguiente comunicado a la opinión pública nacional e internacional.
Transcripción a continuación:
COMUNICADO A LA OPINIÓN PÚBLICA NACIONAL E INTERNACIONAL
Comunidad Ayoreo Ebetogue, Filadelfia, 11 y 12 de julio de 2024
Los líderes de las comunidades ayoreas y las organizaciones: Unión de Nativos Ayoreo del Paraguay (UNAP), Asociación Garaigosode Ayoreo del Paraguay (AGAP) y Asociación Guidaigosode y Ducodegosode Ayoreo del Paraguay (AGDAP), con representación de los departamentos Alto Paraguay y Boquerón comunicamos lo siguiente:
En un comunicado de la Asociación Rural del Paraguay (ARP) sobre el tema de la estancia Faro Moro en Filadelfia, Boquerón, habla de los derechos de sus asociados y cita la Constitución Nacional. Nos choca que solo vea una parte, como si es que no existan nuestros derechos indígenas en la misma Constitución. Queremos recordar que esa misma Constitución Nacional reconoce que nosotros somos un pueblo que vivía en esos territorios antes de la formación del Estado Paraguayo y que junto con otros pueblos ocupábamos esos territorios antes de la llegada de la gente blanca. Tenemos derechos en esa Constitución y en Convenios Internacional que firmó el Estado Paraguayo, como el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo.
Los Ayoreos conocemos Faro Moro con su nombre, pero antes de eso le conocíamos como Tamocode, el nombre que tiene esa zona puesto por nuestros antepasados. Nuestros abuelos conocían ese sitio porque por ahí estaban las lagunas que siempre tenían agua y hoy en día los aislados están ahí porque se mantiene el agua en la sequía.
En su comunicado los de la ARP dicen que en los últimos 30 años no tuvieron problema con nosotros. Esos 30 años no deforestaron el territorio de nuestros hermanos, esa zona que es su supermercado, el lugar donde encuentran su alimentación, su medicina, sus herramientas y su protección. El problema es ahora, porque ahora empezaron una gran deforestación y en ese lugar las maquinarias destruyen uno de los lugares donde encuentran refugio nuestros parientes en aislamiento voluntario. Cuando empezaron la deforestación hace unos meses también empezaron a aumentar las señales de nuestra gente en aislamiento cerca de las comunidades, señales como avistamientos, huellas, herramientas que pierden, chozas y otras que nosotros conocemos. Nos preocupa mucho la destrucción de las aguadas que se encuentran en esa zona.
Por la deforestación también se acercan los tigres y pumas buscando refugio y ponen en riesgo a la gente y a los animales menores que intentamos criar en nuestras comunidades. Sentimos pena también por la destrucción de un árbol muy valioso para nosotros que es el palo santo.
Así como la ARP está firme en la defensa de sus socios, nosotros estamos firmes en la defensa de los derechos de nuestros hermanos en aislamiento. No les vamos a dejar solos porque ellos no tienen voz. Ellos son negados. Ellos se desplazan de sus áreas por el temor a las máquinas de deforestación. No solo en esa estancia están las señales de ellos. Nosotros vamos a ser su voz y les defenderemos en los lugares donde están, en todo el norte del Chaco, donde se mueven buscando lugares para continuar con su vida tradicional.
Los Ayoreos y nuestras organizaciones no estamos en contra de la producción en las pasturas existentes. Nuestra gran preocupación es la deforestación nueva que están haciendo que es un choque a nuestro territorio. La naturaleza que todavía queda en nuestro territorio son los lugares de nuestros hermanos aislados y su destrucción es lo que nos duele.
Aunque sea una propiedad privada Faro Moro debe respetar el territorio ancestral Ayoreo y se debe respetar la vida de los seres humanos que viven ahí.
Instamos al Estado Paraguayo y a todos sus poderes que hagan valer nuestros derechos, respeten la vida y garanticen el derecho de nuestros hermanos aislados a vivir su forma de vida y en su territorio libremente.