Los ayoreo del Chaco paraguayo participan en Encuentro Regional sobre pueblos aislados y de contacto inicial de América del Sur

Más de 20 organizaciones internacionales de 6 países Amazónicos lograron conocer de primera mano la historia del pueblo ayoreo, el último pueblo en ser contactado en Paraguay y que todavía posee grupos en aislamiento voluntario en el Chaco.

El encuentro se dio en el marco de la Reunión Regional del Grupo de Trabajo Internacional para la Protección de Pueblos Indígenas en Aislamiento y Contacto Inicial (GTI PIACI) en Asunción, en donde diferentes organizaciones de diferentes países se dieron cita para avanzar en la defensa de los pueblos indígenas en aislamiento voluntario y en contacto inicial (PIACI).

Los ayoreo han padecido a lo largo de las última décadas la drástica reducción de un 98 % de su territorio a causa de la limpieza étnica en el Chaco paraguayo. Ese territorio les ha sido despojado para la ganadería, la explotación de madera, y actualmente cultivo de soja transgénica. También se encuentra bajo amenaza de prospección de hidrocarburos, narcotráfico, y construcción de carreteras así como de obras de infraestructura.

Líderes y representantes del pueblo ayoreo como Guei Basui Picanerai, Mateo Sobode Chiqueno, Diri Etacore, Aquiraoi Picanerai, Enrique Pebi Kicome, Oscar Posoraja, Tagüide Picanerai y Yacore Etacore Chiqueno relataron a una audiencia de más de 60 personas de diferentes pueblos indígenas de América del Sur el contexto actual de los ayoreo del Chaco paraguayo.

Los ayoreo relataron memorias de antepasados como la del ancestro Uejai Picanerai, y los impactos del contacto forzado, así como la distribución territorial tradicional de los grupos ayoreo en sus territorios de Paraguay y Bolivia.

Entre las amenazas a este pueblo indígena se encuentra la extensión de la frontera agroganadera de la mano del incumplimiento sistemático de la legislación ambiental existente, la indefinición física y jurídica de áreas silvestres protegidas (con propiedades dentro), la incursión irresponsable de aventureros y científicos, así como el mandato misionero aún vigente en el siglo XXI.

Cabe destacar además el preocupante otorgamiento indiscriminado de licencias para la deforestación por parte del Gobierno, las cuales son aprobadas casi en su totalidad sin más criterio que el cumplimiento de meros procedimientos burocráticos.

Esta legalización de la catástrofe ambiental representa una de las mayores preocupaciones para los pueblos indígenas chaqueños, y constituye además uno de los más grandes peligros para la biodiversidad del Chaco. La deforestación masiva legalizada también está detrás de la emergencia climática que se padece en dicho territorio, la cual posee además consecuencias a nivel nacional y global.

Las comunidades ayoreo padecen especialmente de las consecuencias de la crisis climática, entre la más severas se encuentran la escasez y falta de agua y la sequía que impacta en los cultivos.

Los grupos en aislamiento así mismo están gravemente afectados ya que, a raíz de las altas temperaturas y escasez de agua, se han dado casos de avistamiento de ayoreos aislados que se ven obligados a buscar agua más allá de sus territorios, adentrándose en estancias ganaderas y corriendo el riesgo de entrar en contacto con la sociedad envolvente.

📷: Jose Proaño / Antenor Vaz/ Romi Ocampos