Cómo las mujeres ayoreo rescatan la memoria de su pueblo desde el tejido

 

La recolección y selección cuidadosa de las hojas de dajudie.  La práctica de tejer con fibras vegetales. La recuperación y transmisión de diseños, tramas y colores que remiten a significados, identidad, patrimonio. Así las mujeres ayoreo tejen su relación con el territorio, su relación entre ellas, sus familias, sus comunidades y sus historias propias. 


Actualmente las mujeres ayoreo de Puerto María Auxiliadora, municipio de Carmelo Peralta —departamento de Alto Paraguay, en el norte Chaco paraguayo— se encuentran comprometidas en la preservación y recuperación de uno de los elementos de su identidad y su cultura:
el tejido, a partir de los hilos elaborados de las fibras de dajudie,  que es como se denomina en lengua ayoreo a la planta de caraguatá —nombre en guaraní y en castellano de Bromelia hieromyni—  

 

La práctica del tejido supone para las mujeres ayoreo un contacto con la tierra, con el territorio. Una manera poderosa de preservar la identidad en medio de una vida sedentaria, entre los cojñone —los blancos—. 

Los colores recuerdan escenas del monte, los diseños guardan relación con los símbolos de cada uno de los siete clanes del pueblo ayoreo y sus parientes naturales, los edopasade, como por ejemplo: la pisada del oso hormiguero, los tonos del horizonte, las huellas del venado, las escamas de serpientes, etc. 

Un conocimiento ancestral que todavía pervive

Las mujeres ayoreo son autoras que impregnan en sus textos-tejidos el acervo de su cultura, una que aún se muestra y resiste a la desvalorización de la sociedad cojñone.

Mientras las mujeres ayoreo siguen con afán en la tarea de hacer circular sus conocimientos propios y del territorio, la llegada de mega obras de infraestructura, representan nuevos escenarios. 

La terminada Ruta Bioceánica y el inicio de obras para la construcción de un puente internacional con el Brasil,  junto con la llegada de  monocultivos y la ganadería intensiva, avanzan sobre la riqueza de sus territorios, fuente de diversidad de alimentos y de medios de vida. La acción cojñone cambia abruptamente el territorio que ellas habitan.

Las mujeres tejen nuevas formas de resistencia para preservar su patrimonio

En este escenario, aparecen nuevos actores cojñone con sus alambrados, portones y carteles donde se lee «prohibido entrar propiedad privada», mensajes de la sociedad cojñone.  

Así, ellas realizan recorridos hacia zonas más lejanas en la búsqueda de la materia prima vital, la dajudie, para seguir tejiendo.  Ante esta realidad y como medida de urgencia, las mujeres comenzaron a rescatar dajudie de zonas críticas para implantarlas en zonas protegidas. 

Ellas quieren pensar en un futuro con el dajudie y quieren seguir con la labor del tejido, su patrimonio.

Ellas muestran el esfuerzo por mantener el vínculo con los elementos de su territorio y su cultura, reflexionan sobre las nuevas realidades y los desafíos. Las mujeres ayoreo siguen siendo protagonistas de su entorno y su territorio.