Al Chaco le Rompieron el Aislamiento

por Miguel Lovera

En el Chaco, no rige la “cuarentena sanitaria”, la destrucción sigue. No se detuvieron los desmontes ni los trabajos riesgosos que ponen en peligro a toda la población de la región. El tránsito de personas y bienes continúa y, con ellos, la entrada de potenciales fuentes de contagio del COVID-19. Mientras todo el país hace un esfuerzo colosal, los impacientes “inversores” no pueden renunciar a un solo día en sus ambiciosos planes para convertir el Chaco en un inmenso potrero.

Corresponde aplicar las medidas que se están aplicando a todo el país también al Chaco, más aún cuando es en esa región que habitan miembros del pueblo Ayoreo que viven en aislamiento voluntario y que serían aún más vulnerables que cualquiera a un nuevo agente patógeno tal es el SARS-CoV 2, el coronavirus, virus causante de la enfermedad COVID-19.

Fotografía de Greenpeace. Disponible en:
https://www.chacodiapordia.com/2020/04/08/greenpeace-denuncia-que-los-que-destruyen-el-planeta-siguen-trabajando/

Es urgente imponer la cuarentena en el Chaco y así evitar la pandemia en ese territorio. Para ello se debe:

  • Implementar una veda de actividades extractivas, agrícolas y ganaderas en toda la región a fin de evitar el ingreso de personas y material potencialmente contaminado.
  • Promulgar un Decreto de cese de la implementación de las “licencias de cambio de uso de la tierra” (licencias para la deforestación) durante 12 meses a partir de la fecha de   promulgación de dicho Decreto.
  • Prohibir el ingreso de personal foráneo a las comunidades indígenas, en coordinación con los líderes de dichas comunidades.
  • Dotar de sistemas de provisión de agua potable, en suficiente cantidad a todas las comunidades indígenas de la región, primero en una etapa de emergencia y luego en base a un proceso de planificación del suministro permanente, en reconocimiento de la obligación del Estado del Derecho Humano al Agua.
  • Proveer los medios de subsistencia necesarios a las comunidades indígenas mientras dure la cuarentena oficial, más una reserva de transición de cuatro semanas.
  • Proveer de atención médica necesaria a todos los habitantes de las comunidades.
  • Proveer a las comunidades indígenas de los mismos recursos y derechos especiales asignados por el gobierno a la ciudadanía vulnerable: apoyo económico, descuentos, prolongación de plazos, etc.

Hace cientos de años que el colonialismo, del signo que fuere, sacó al Chaco violentamente de su aislamiento. Ese aislamiento era útil y justificado por la gente, el ambiente y la biodiversidad de esa región. No era producto del atraso ni del rezago de su vida, ni de su fauna ni de su flora. Era producto de su evolución en respuesta a las directrices de un medio cósmico, atmosférico y geológico que imponía esas pautas. Ese tipo de aislamiento es el que siempre hubo que sostener, no el aislamiento que se promovió con posterioridad, y hasta nuestros días, que es más bien un sistema segregacionista y privatizador, destinado a subyugar a sus habitantes indígenas y a su naturaleza a los designios del extractivismo mercantil.

Además de topadoras que siguen deforestando los remanentes forestales del Chaco Paraguayo, en esta región se observa, durante los últimos años, el incremento de maquinarias agroindustriales que participan en la producción de granos con todo el paquete tecnológico transgénico.