Fuimos a buscarla,
preocupados por los incendios,
«para saber cómo estaba su fuerza»,
tratando de imaginar la situación de los aislados,
de los últimos libres.
«Los Ayoreo pensamos mucho en Erami,
el monte que es el mundo»,
y «Erami nos habla,
nos da mensajes con el viento,
con los pájaros»
Habrá sabido Erami que se iba a quemar?
fue necesario que me queme?
Cómo se sentía Erami al saber que se iba a quemar?
que desnuden mi cuerpo de mi cubierta de hojas?
Cuál fue la tensión que se sintió en el ambiente al percibirse el fuego?
cuánto más de mí tendrán que sacrificar?
Cómo se siente Erami ahora que está quemada?
para darse cuenta de que somos lo mismo?
Arriba sólo quedan plantados los palitos quemados,
abajo la tierra pelada,
ni las cenizas dejó el viento.
Da ganas de llorar esta desolación.
Hace rato que ya sólo se escucha el viento.
(*) Manuel Glauser, antropólogo, productor urbano y feriante. Realizó estudios de la territorialidad de los Ayoreo Garaigose. Conoció a hombres y mujeres de esa región que le hablaron de Eami, de Garai, de la vida con el monte chaqueño y de la conexión con su territorio. Acompañó la expedición de evluación de impactos de los incendios sobre la propiedad Ayoreo del 17 al 21 de septiembre de 2019.