Grandes llamaradas se están devorando miles de hectáreas de bosque prístino, aún más en áreas silvestres protegidas en Paraguay y Bolivia. Las causas, oficialmente omitidas, son conocidas y están asociadas a la quema de pasturas, práctica difundida ampliamente en el modelo productivo ganadero pese a la prohibición que rige desde las normativas del MADES en Paraguay.
En este momento del día, noche del 19 de agosto, el fuego se propaga. Se logró sofocar el incendio en las reservas Rio Negro y Tres Gigantes en el Pantanal Paraguayo pero el viento sur redireccionó el fuego y las llamas avanzan ahora por el margen opuesto del río Negro. Las imágenes muestran que hay focos muy grandes en el Parque Nacional y Área natural de Manejo Integrado Otuquis en Bolivia y el municipio de Corumbá en Brasil.
Durante el domingo las llamas que bajaban de la región de Roboré afectaron en Bolivia una gran superficie de la recientemente creada Área de Conservación de Importancia Ecológica de la Nación Guaraní “Ñembi Guasu” en el Territorio Autónomo Indígena de Charagua, Bolivia. Cuando el fuego estaba ingresando por el Norte al área protegida Monumento Cerro Chovoreca en Paraguay, el viento sur que ingresó a la región durante la noche de ayer desvió las llamas hacia empezando a afectar al Otuquis por el Este.
Sin embargo, el área protegida de Chovoreca no se salvó del todo, ya que sufre el impacto de otros focos de incendio generados desde las estancias que ilegalmente se encuentran localizadas en la reserva, lo que ocasionó la perdida de ya más de 13.000 hectáreas.
Tanto las áreas de conservación Otuquis y Ñembi Guasu en Bolivia, como el Monumento Natural Cerro Chovoreca en Paraguay son áreas de suma importancia del territorio del pueblo Ayoreo. Allí viven grupos ayoreo en aislamiento, a lo que en Paraguay se conoce como silvícolas, Históricamente Chovoreca es la región ocupada por el grupo local Ayoreo Garaigosode, mientras que en la región recientemente denominada Ñembi Guasu en su área limítrofe con Paraguay pertenece al grupo local Ayoreo Erampepaigosode.
En el Norte del Chaco sufre la naturaleza completa, la fauna y la flora, la producción ganadera, los trabajadores y lo pobladores la región, entre los cuáles se encuentran grupos de indígenas Ayoreo aislados, habitantes originarios y los más antiguos de la región, cuya subsistencia depende de la integridad de esos bosques.
Lo que ocurre en estos momentos en aquella región es criminal. Como tal las instancias correspondientes deberían actuar de oficio y definir quiénes son los responsables de este ecocidio, homicidio y genocidio.