El juicio oral y público por el caso venta de tierras de los Cuyabia ya tiene fecha y se desarrollará los días: 24, 25, 26 y 30 de Setiembre; 1, 2 y 3 de Octubre, desde las 08:30 horas, en la sala de juicios orales del 6to. piso (torre nueva) del Palacio de Justicia. El Tribunal estará compuesto por Blanca Gorostiaga como Presindenta; las Juezas Titulares, Gloria Hermosa y Alba González y como Actuaria judicial Mónica Rocío Duarte Dávalos.
La Fiscala que lleva el caso es la Abg. Alba Delvalle, de la Unidad de Delitos Económicos y Anticorrupción del Ministerio Público. La organización que representa convencionalmente a la Comunidad Cuyabia así como la Querella Adhesiva es Tierraviva, a cargo del abogado defensor Maximiliano Mendieta Miranda. En representación de la Comunidad Cuyabia Estarán presentes líderes representantes de la comunidad.
El 20 de noviembre de 2012 Rubén Dario Quesnel, ex Presidente del INDI, procedió a vender las 25.000 hectáres de territorio de la Comunidad Cuyabia, con sus habitantes dentro (19 familias del pueblo Ayoreo) a un privado por la infima suma de G. 1.235.000.000. Quesnel afirmaba el acto de venta se ampara en la leyes vigentes. Sin embargo, se transgredió flagrantemente la Constitución Nacional de la República del Paraguay y vulnerando Derechos Humanos fundamentales, además la ley 904/8, que crea a este ente, enumera sus funciones no indicando en ninguno de sus artículos la atribución del INDI como agente inmobiliario del Estado.
Historia de tierra de Cuyabia
Las tierras donde se asienta la actual aldea Cuyabia fue adquirida en el año 1996 por el Instituto Paraguayo del Indígena (INDI), mediante la compra a un particular, el Señor Heckele La transacción –como se desprende de la escritura pública – se había realizado a los efectos de titular las tierras a nombre de la comunidad indígena San Lázaro, del Pueblo Guaraní Ñandeva, uno de los 20 Pueblos Indígenas del Paraguay.
Pese a contar con la posibilidad de asentarse en dichas propiedades los Guaraní jamás fueron a vivir a asentarse. Tampoco el INDI cumplió con su obligación de titular las mismas a nombre de aquella, permaneciendo, las mismas, a nombre del Ente público.
Desde agosto de 2008, hombres y mujeres pertenecientes que pertenecen al grupo local Ayoreo Atetadiegosode, recorrieron su territorio ancestral para identificar áreas a las que podrían ir desde el Chaco Central, Filadelfia, para iniciar una nueva comunidad dentro de sus territorios ancestrales. En cada uno de los viajes realizados fueron identificando sitios y detalles de su territorio ancestral, demostraron un profundo conocimiento de su configuración y los recursos que contiene. Durante los mismos, hombres y mujeres Ayoreo visitaron las aldeas del pueblo Guaraní Ñandeva, ubicados en la zona de los Médanos del Chaco. En ellas, ancianos y ancianas de ambos pueblos recordaron sus historias en el territorio compartido y disputado mientras vivían sin contacto con la sociedad Paraguaya.
Ante el hecho de que la escritura pública de compra-venta se había formalizado a favor de la Comunidad San Lázaro del Pueblo Guaraní Ñandéva, los y las Ayoreo manifestaron a los Guaraní su anhelo de retornar a Cuyabia, para volver a vivir en su territorio ancestral. A partir de esto, en el 2010 acontece un hecho sin precedente que permite testimoniar la solidaridad entre los Pueblos Indígenas en Paraguay: los líderes del pueblo Guaraní Ñandéva, luego de un proceso de consulta interna, decidieron ceder el lote comprado para ellos a favor de los Ayoreo. Este hecho histórico se concreta mediante la firma de un Acta de Acuerdo entre los líderes de la comunidad San Lázaro y los dirigentes del grupo que iría Cuyabia. Allí se reconoce a los Ayoreo como beneficiarios de la propiedad.
La firma del acuerdo se realizó con un acto llevado a cabo en la sede de la Junta Departamental de Boquerón, en la ciudad de Filadelfia, en fecha 16 de abril de 2010. Lo firmaron en representación de los Guaraní ÑandévavRamón Benítez y Eugenio Gamarra Benítez, líder y secretario, respectivamente, de la comunidad San Lázaro, y por otro lado Unine Cutamorajna (hasta ese entonces todavía como líder de la comunidad Ebetogue) y Nicolás Etacori en representación de los Ayoreo. Como testigo también firmó el documento el Sr. Francesco Pignata, coordinador del Proyecto de Regularización de Tierras Indígenas(RTI), programa conjunto desarrollado por el INDI y la Gobernación de Boquerón con fondos del Banco Mundial.
El acuerdo establece tres puntos centrales:
- Cesión del inmueble de 25.000 hectáreas por parte de la comunidad San Lázaro, del pueblo Guaraní Ñandeva, a los Ayoreo.
- En contrapartida, la Comunidad San Lázaro del pueblo Ñandeva solicita al INDI, la reposición de esa superficie (25.000 hectáreas) dentro del territorio ancestral de ese pueblo.
- El Pueblo Ayoreo apoya al Pueblo Guaraní Ñandeva, en la obtención de tierras de igual superficie
A partir de ese momento Unine Cutamorajna deja de ser líder de la comunidad Ebetogue y se convierte en el líder de Cuyabia.
Los Ayoreo ocuparon la tierra y empezaron vivir en ella desde el 5 de agosto de 2010. En noviembre de 2012 sucede otro hecho sin precedentes, aunque contrario a los derechos de los Ayoreo de Cuyabia: el titular en ejercicio del INDI vendió el inmueble de 25.00 hectáreas a un particular.
La venta es realizada aún a sabiendas de le presencia de 19 familias viviendo en esas tierras, por una parte, y por otra, violando expresamente artículos constitucionales que protegen a las propiedades indígenas declarándolas intransferibles, inembargable e imprescriptibles.
Esto motivó la indignación general de la ciudadanía y llevó a la Fiscalía a acusar al presidente del INDI. La acusación fue aceptada por la Jueza Anti-corrupción y hoy día el extitular del INDI guarda prisión preventiva esperando el inicio del juicio oral y público que iniciará recién en 2015. También fueron acusados como cómplices del hacho la compradora y la escribana que participó de la transacción.
Justicia para los Ayoreo de la comunidad Cuyabia
El anhelo de justicia de los Ayoreo de Cuyabia no se define ni circunscribe solo en el juicio contra Quesnel, porque el juicio es uno de tantos pasos de largo y tortuoso camino de la recuperación de su territorio ancestral, su libertad, su autonomia y su propio ser.