Comunicado de prensa de Pojoaju

Preocupante situación de Deforestación del bosque Chaqueño.
El Chaco paraguayo alberga una de las mayores coberturas boscosas del Paraguay y representa el sustento para la vida tradicional de comunidades indígenas y un potencial para el desarrollo económico con enfoque de derecho y seguridad alimentaria de las comunidades indígenas de la Región Occidental.
Por lo mismo, el Centro de Estudios y Ecodesarrollo- ALTER VIDA, SOBREVIVENCIA- Amigos de la Tierra Paraguay, Servicio Ecuménico de Promoción Alternativa – SEPA, Centro de Estudios Rurales Interdisciplinarios – CERI, Base Investigaciones Sociales-BASEIS, Comité de Iglesias Para Ayuda de Emergencia-CIPAE, y El Centro Paraguayo de Cooperativistas-CPC; instituciones miembros de la Asociación de ONGs del Paraguay- POJOAJU, manifiestan su preocupación y sugieren acciones oportunas frente a la acelerada deforestación en el Chaco paraguayo, y apoyan la solicitud realizada por Benno Glausser, titular de la «ONG Iniciativa Amotocodie (IA)» de que la carne que es consumida en la Unión Europea no se produzca en tierra deforestada del Chaco paraguayo con un impacto socioambiental y cultural irreversible.
Los ganaderos y los agroexportadores están deforestando zonas del Chaco, para transformar el suelo en favor de la actividad productiva ganadera y soja transgénica. A la hora de cuadricular, por lo general no tienen en cuenta la ubicación de las áreas frágiles de biodiversidad, las áreas protegidas, los territorios indígenas y en particular el hábitat de grupos indígenas no contactados, así como las fuentes de agua que interactúan con los bosques.
Según el último reporte en la Región Occidental del país, se deforestan alrededor de 500 hectáreas de bosques por día. Desde el punto de vista ambiental, si no implementamos una “Pausa Ecológica”, el Chaco sufrirá un Mayor desequilibrio ecológico que ocasionará daños irreversibles, tanto a nivel nacional e internacional, como sequías, pérdidas de la biodiversidad, amenaza a los territorios indígenas, salinización de suelo, contaminación en acuíferos, alteraciones en humedales, y otras formas de degradación.
El Chaco paraguayo forma parte del Gran Chaco Americano y es responsabilidad de las autoridades y de la ciudadanía salvarlo de la destrucción, y su preservación depende de las acciones que se tomen al respecto. Asumimos que toda producción nacional tiene que ser manejada con responsabilidad socioambiental y cultural.

Por lo tanto:

Proponemos una “pausa ecológica” que consiste en frenar la destrucción de los bosques chaqueños y entre todos los actores establecer un punto de equilibrio entre la producción y la preservación, en otras palabras, un modelo de producción sustentable que respete las normas ambientales y los convenios internacionales que protegen a los pueblos indígenas.