En una entrevista concedida a la Organización Base de Investigaciones Sociales-Base Is-, el director de la ONG Iniciativa Amotocodie, Miguel Ángel Alarcón, alerta sobre el nefasto antecedente que puede quedar en el caso de allanamiento de la institución, por la arbitrariedad y la impunidad con que actúa el agente fiscal José Luis Brusquetti.
“La saña que hay en este proceso podría llevar a que esto se dilate. Y haya juicio oral y audiencias. No se ve una buena voluntad del fiscal”, dice Alarcón en la nota, y advierte que la situación que enfrentar la ONG Iniciativa Amotocodie y señala que “no duda en decir que se trata de una persecución, porque el trabajo que hacen al defender a ayoreos no contactados, choca contra intereses de terratenientes del Chaco central”.
Acusación
El 22 de febrero será el último día para que el fiscal de Filadelfia, José Luis Brusquetti, acuse o retire la acusación de “lesión de confianza” contra la organización, según informa Alarcón en la entrevista y señala que, la combinación de imputaciones a miembros de la misma, el secuestro de documentos contables y equipos informáticos, y el cambio del título de la acusación fiscal en cuatro ocasiones, así como un intento fallido de apartar a los directivos de la institución, “sugieren pensar en una voluntad fiscal por sacar del medio a Iniciativa Amotocodie”.
Cabe recordar que, el 1 de diciembre de 2010 el fiscal Brusquetti, otros funcionarios de la fiscalía y policías, allanaron las oficinas de Iniciativa Amotocodie, en horas de la siesta, mientras nadie se encontraba en la oficina. En dicha oportunidad el agente confiscó documentos contables y equipos informáticos, mientras apelaba a la acusación de “lesión de confianza” de la ONG contra indígenas ayoreo.
Luego, el fiscal cambió la acusación a “Simulación de hecho punible”. Fundamentó la misma en el hecho que, la advertencia de la ONG de posible genocidio que podría suponer el contacto con ayoreos silvícolas y blancos, en una exploración que preparaba un equipo del Museo de Historia Natural de Londres, fue una “simulación”. Luego, volvió a cambiar la carátula a “lesión de confianza”, hechos que llevan a pensar a los afectados que se trata de una persecución.
Alarcón finalmente refiere que es el primer caso donde allanan a una institución y sustraen sus documentos y equipos y menciona el temor que le ocasiona pensar que esto puede quedar como precedente. “Es feísimo lo que está quedando como precedente. Hay que denunciar porque quedará impune”, aseveró en la nota.